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La idea es clara, ¿puede tu postura cambiar tu pisada? Y la respuesta también. Sí

Esta entrada la tenía pensada para más adelante, pero he decidido adelantarla a raíz de una conversación que he tenido esta semana.

Se dice que la postura nace en los pies y crece hacia arriba, y es cierto. Pero tan cierto es que se puede dar el caso contrario, y que una postura termine por modificar la posición de nuestros pies. Esto terminará afectando negativamente a la biomecánica tanto de la carrera como simplemente de caminar.

Como se pierde la posición

Por poner unos ejemplos, si tienes una musculatura abdominal débil, glúteos o isquiotibiales débiles la pelvis pasará de su posición neutra a una más adelantada, conocida como anteversión de pelvis. Esta anteversión de pelvis puede ser el origen de muchos otros problemas, como lumbalgias, pubalgias, lesiones en isquiotibiales…

 

Pero hoy lo que nos importa es que como un castillo de naipes, esa postura compensatoria, terminará por rotar fémur y tibia hacia adentro, facilitando el valgo de rodilla (desviación hacia adentro). Esa desviación nos llevará meter más adentro la pisada, esto es, a hacer una pisada pronadora.

 

 

 

 

 

 

Pero éste, como he dicho, es sólo un ejemplo. Sólo con que además haya interactuando un músculo tenso como puede ser el recto anterior del cúadriceps (1), tensor de la fascia lata (2), psoas iliaco (3), o el aductor menor (4) , esa actitud postural se verá perpetuada, la pelvis se adelantará y perderemos correcta alineación de las piernas.

1. Recto anterior 2. Tensor de la dascia Lata 3. Psoas iliaco 4. Aductor menor

Múculos que pueden adelantar la pelvis

Este suele ser un problema habitual en los deportistas que tienden a pronar en pie, y que sin embargo no tienen ningún problema en la pisada en los estudios podológicos. Los arcos están bien, los apoyos son correctos. ALgunos hasta habeís llevado plantillas porque os han hecho un estudio de la pisada dinámico. El problema es que una plantilla por muy buena que esta sea, se va a limitar a colocar bien los huesos del pie, si el cuerpo se vence al valgo (hacia adentro) como en el caso que he explicado por cuestiones de debilidad, poco se puede hacer. Si el problema es un exceso de tensión más que debilidad (aunque siempre van de la mano) lo que me suelo encontrar son pacientes que tenían un dolor en «x» y ahora les duele en «Y». Se pasa el dolor del talón pero ahora duelen las lumbares….Menudo arreglo.

La postura se derrumba como un castillo de naipes

Por suerte hay muchos casos en el que las plantillas van a ahcer su trabajo y la postura es capaz de compensarse por sí sola.

Como he dicho antes, esto es sólo un ejemplo, hay otros muchos factores que pueden modificar la postura de otras muchas formas, y a su vez el cuerpo intentará buscar la postura compensatoria, a veces creando un problema disitinto en la pisada, o a veces en otra zona distinta del cuerpo, alejada del foco de fallo postural.

Si ves que tienes problemas cuando cargas  el pie al hacer ejercicio (sentadillas, running, padel), y no han encontrado nada significativo ni podólogos ni fisios; o las plantillas no te han corregido el problema, quizá este sea tu caso. Busca un especialista que pueda hacerte un estudio postural tanto estático como dinámico, y que pueda no solo relajar los músculos tensos, si no enseñarte a estimular las zonas más débiles. Además, desde IvanFisio estaremos encantados en ayudarte en lo que podamos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros para cualquier duda.

Ser fuertes para ser útiles