fbpx

Hoy hablaremos sobre la tendinitis de Aquiles y cómo puede aparecer si somos corredores, bien novatos, o ya duchos en estas lides. Para estos, primero vamos a ponernos en situación:

    La tendinitis de Aquiles aparece cuando la tensión de tracción que recibe el tendón por parte del gemelo y de la actividad superan la capacidad de absorber tensión del propio tendón, provocándose en este una rotura en mayor o menor medida de moléculas estructurales (elastina y colágeno), y la consecuente inflamación. Esta inflamación, es una respuesta natural del organismo, provocada por el aumento del riego sanguíneo con el fin de aportar nuevos nutrientes y eliminar los productos de desecho (como en los esguinces, roturas musculares, e incluso heridas y picaduras) Si el proceso inflamatorio no es capaz de recuperar el tejido, y esta lesión se cronifica o va en aumento, se instaurará una tendinosis, que es el proceso degenerativo del tendón. Una rotura parcial, para entendernos. Y como ya imaginaréis, al final del camino está la rotura completa del tendón.

Visión general del tríceps sural

    ¿Y qué podemos hacer nosotros para evitar, o paliar los problemas? Como he dicho antes, el inicio va a ser un desequilibrio entre la tensión que soporta la estructura y la que es capaz de soportar de una manera eficaz. Con lo que si somos capaces de eliminar la tensión extra, frenaremos el proceso, e incluso permitiremos al cuerpo la sanación.

  1. La manera rápida y cómoda, es ir al fisioterapeuta y que realice el trabajo pertinente. Eliminará tensión de la cadena miofascial, y ayudará a aumentar la perfusión sanguínea en el tejido lesionado. ¿Y algo más? Como corredores y pacientes tenéis que formar parte primordial en el proceso de recuperación. Además del reposo, o disminución de la carga de trabajo y los consabidos estiramientos, existen numerosas herramientas en vuestras manos (y piernas) para solucionar o evitar la tendinitis.
  2. Evita terreno escarpado: En pendiente, tanto de subida como de bajada, aumentamos la carga en el tríceps sural (gemelos más sóleo). Ese exceso de carga, puede y suele provocar sobrecargas en gemelos y sóleo, pero si tenemos una masa muscular fuerte, o tolera bien el dolor, ese exceso de carga terminará a la larga por debilitar el tendón y aparecerán los problemas. El problema aquí es la vascularización. Los músculos están más vascularizados que los tendones. De ahí el contraste de color rojo del músculo y blanco del tendón. Esta diferencia implica que la capacidad de     recuperación muscular sea mucho más alta, por lo que en esfuerzos repetitivos o sin el reposo adecuado, aparezcan las tendinitis.
  3.  Vigila la correcta pisada: Tanto una pisada de retropié (apoyando el talón primero) como de antepié excesivo (muy de puntillas) pueden provocar ese incremento de la tensión. En el primer caso, el golpeo del talón contra el suelo, provocará una vibración que irá acompañada de contracción muscular, y el tendón es extremadamente eficaz para soportar la tensión de tracción (estiramiento) pero no así las vibraciones, que desorientarán las fibras de colágeno y lo debilitarán con cada golpeo. Si por el contrario, corremos de puntillas,el tríceps sural está siendo poco eficiente, aumentando en exceso la carga muscular y por tanto la tensión que recibirá en el tendón de Aquiles
  4. Elimina la tensión de la cadena miofascial: Tendemos a pensar en los músculos como unidades aisladas, en las que cada uno hace lo suyo y punto. Pero en realidad son más como los eslabones de una cadena, en la que si tenemos una zona en la que hay demasiada tensión, esta se transmitirá a distancia, pudiendo provocar problemas en otras zonas. Esto puede suceder en el talón de Aquiles si recibe mucha tensión por parte de los isquiotibiales más arriba o de la fascia plantar y los músculos del pié por abajo; actuando con estos como si de un arco tenso se tratara (de ahí también la importancia de la tensión de sóleos y Aquiles en las fascitis. Eliminando tensión no sólo del tríceps sural sino de toda la cadena veréis como la tensión disminuye.

 

Tengo la suerte de vivir frente a un pinar y puedo hacer salidas frecuentes por terreno escarpado, y para evitar situaciones como estas intento dar el suficiente reposo a mis piernas, vigilo mi pisada, y cuido que la flexibilidad y movilidad de mis piernas sean correctas. ¿Y vosotros? ¿Habéis encontrado algo interesante en estas líneas? Para cualquier duda o aclaración podéis poneros en contacto conmigo o pedir consulta si sois de Zaragoza  

 

Ser fuertes para ser útiles.